Cargando...

Primeros pasos en el mundo gluten free

Cuando se nos informa que nuestro diagnóstico es celiaquía, sensibilidad o alergia al gluten, tendemos a caer en la desesperación. No es fácil de un día para otro enfrentarse a un mundo desconocido, donde no sabes qué puedes comer y qué no. 

Lo más importante es no estresarse y empezar el proceso poco a poco. Me pasó hace más de 5 años, entiendo perfectamente lo que pasa en el momento en que te dicen que no puedes comer esto y aquello.

Lo primero es que si tienes la posibilidad ir al nutricionista, agendes las cita, ya que ellos te ayudarán a entender cómo debe ser la alimentación con base en tus necesidades.

Luego, aprender a leer etiquetas: no basta con que el producto diga GF, pues muchas veces a pesar del etiquetado GF, en la lista de ingredientes hay presencia de trigo o trazas, sobre todo en alimentos que no cuentan con la certificación.

La comida casera es tu mejor opción, ya que es más sana, económica y hay un real control de lo que estás consumiendo. 

Si además del gluten tienes otras alergias, es un poco más complicado conseguir alimentos, ya que muchas veces se usan como sustitutos del trigo, por ejemplo, la papa, el garbanzo, la soya, etc. En cada caso hay que leer con mucho cuidado los ingredientes; como dice mi nutricionista, si la marca no está certificada, hay riesgo.

Los condimentos son otra trampa que fácilmente nos hace caer en contaminación, ya que si no son certificados, pueden contener trazas de gluten y quizás ni cuenta nos damos.

Los utensilios de cocina deben ser libres de toda contaminación con gluten, así que hay que tener aparte los de uso común de los GF. Lo mismo pasa con la cocina, el horno, etc. Hay que evitar usar los mismos, pero ya que es difícil, una opción es limpiarlos con alcohol de 90° antes de utilizarlos.

En el caso de los niños, las golosinas son todo un tema: es difícil que entiendan que no pueden comer lo mismo que otros niños, y lo mejor es poder hacerles snacks o conseguir algún lugar «seguro» que puedan hacérselos. 

Los supermercados han empezado a tener más variedad en cuanto a productos GF. Hay marcas nacionales e internacionales, pero el problema como siempre es el precio, ya que sabemos que todo cuesta entre un 30% y un 50% más, como si fuera un asunto de moda y no lo que es realmente, una cuestión de salud.

Sobre este apartado, es importante recalcar que no todo el mundo puede pagar diariamente 1000 colones por un bollo de pan, o galletas tipo «soda» que salen realmente caras para la cantidad que trae un paquete. En el caso de adultos mayores que viven de una pensión, muchas veces baja, tener que sacar un porcentaje para alimentos GF es casi imposible, por lo que siguen comiendo cosas que los envenenan.

En cuanto a los viajes, reuniones, fiestas, es importante que aprendamos a llevar nuestros alimentos, ya que no en todos los lugares están capacitados en este tema. En algunos hoteles tratan de brindar el servicio, pero en otros no permiten consumir los alimentos que llevamos. 

Hay mucho trabajo por hacer aún, pero es importante que nosotros los afectados nos hagamos sentir, solicitando certificaciones de los productos y solicitando que se nos dé un trato adecuado para nuestras necesidades.

En este link hay una receta de queque seco AQUÍ. Si les gusta que les comparta más ideas, escriban en los comentarios qué les gustaría.

Al principio es muy difícil y frustrante ver qué nada sale bien, se pierde dinero y tiempo en cada receta fallida, pero poco a poco vamos logrando mejorar; no es que yo sea experta, pero he tratado de perseverar a fin de poder tener una alimentación más sana y parecida a lo «normal».

Espero que les sea útil esta información y compartan con sus contactos que pueden necesitarlo.

 

Previous post Boda de Michelle Salas, ¡como de cuento de hadas!
Next post Outfits para recibir el año nuevo con toda la actitud